La desigualdad, el principal problema de Canarias

La desigualdad es el principal problema de Canarias. Los datos son contundentes, nuestra Comunidad registró a fines de 2016 una tasa de desempleo (EPA) del 26,01%, siendo el femenino ligeramente superior al masculino (27,92%), mientras que la tasa de paro juvenil es bastante alta (51,42%). Canarias registra una tasa de pobreza y exclusión (tasa AROPE) del 35,5%, (en España es del 27,3%), la tasa de riesgo de pobreza es del 27,6% en el Archipiélago (en España del 22,2%), la carencia material severa afecta al 8,5% de los hogares isleños (en España al 6,2%), el ingreso medio neto por persona es del 79,9% de la media española, el porcentaje de pobreza infantil es del 39,4% (en España del 32,6%). Estos datos han provocado que la evolución del coeficiente de Gini haya empeorado en Canarias en un 11,1% (en España lo ha hecho en un 8,6%). España es el segundo país más desigual de la UE-27, y Canarias la segunda Comunidad más desigual del Estado. De hecho, entre 2007 y 2012 la brecha entre los más ricos y los más pobres en Canarias se incrementó alrededor del 25%, lo que situó al Archipiélago, junto con Andalucía y Madrid, como la comunidad con un mayor nivel de desigualdad con respecto a la media nacional. La Agencia Tributaria corrobora con sus datos este hecho, ya que hace dos años 21 familias controlan el 8% del PIB de las Islas (cerca de 42.000 millones de euros) y sólo el 0,2% de la población (4.000 personas) aglutina el 80% de la riqueza.

Esto demuestra la salida oligárquica y antipopular a la crisis, que está conectada con el modelo de crecimiento anterior, como con la estructura de clases de las islas y su evolución socio-política. Son datos que muestran que la salida de ésta se está saldando con una preocupante fractura social y una desigualdad intolerable, que hunde sus raíces en el pasado.

Otro de los aspectos de la desigualdad, que es central, es entre hombres y mujeres. Desigualdad histórica y persistente en el tiempo. En el caso de Canarias, al igual que en el resto del Estado, la realidad laboral está marcada por una clara desigualdad entre las condiciones laborales de los hombres y las mujeres. Se caracterizan por una vida laboral más corta y sueldos inferiores en donde una mujer canaria gana de media alrededor de 200 euros menos que un hombre. Asimismo, pese a ser mayoritaria entre la población activa con una formación superior, las mujeres tienen más dificultades en el acceso al trabajo, siendo su participación mayor en el sector servicios con contratos temporales y jornadas parciales. Además, las crisis económica ha aumentado estas diferencias, donde la tasa de paro afecta especialmente a las mujeres, siendo un 3 por ciento superior a la de los hombres. A lo que hay que añadir la feminización de la pobreza, que afecta en mayor grado a las mujeres.

También nos afectan las desigualdades en materia del Estado del Bienestar, como por ejemplo la Sanidad donde vamos hacia un modelo de una Sanidad Pública para pobres y otra privada para los más pudientes, y las desigualdades territoriales entre nuestras islas con notables diferencias.

En el plano económico y social “la salida de la crisis” está siendo favorable a las clases privilegiadas de la sociedad. Una muestra de esta salida antipopular y oligárquica es que mientras nuestra Comunidad crece al 3,8%, 0,6% más que la media del Estado, y ha tenido récord turístico desde el estallido de las revueltas en el norte de África en 2011, se ha destruido empleo a un ritmo acelerado (sobre todo en 2012, recuperándose un poco hacia 2014), ha aumentado la precariedad, el trabajo en negro, la pobreza, la brecha entre ricos y pobres, etc. Un ejemplo claro de ello son las condiciones leoninas de trabajo que tiene el colectivo de camareras de piso (las Kellys) donde llegan a cobrar 2 euros la hora mientras hay beneficios récord de las grandes empresas turísticas.

Esta situación tiene responsables, CC y el PP, que aplican las mismas medidas neoliberales aunque arropados en distintas banderas. Este duopolio conservador (sustituido unos años por el acuerdo CC-PSOE) es responsable de los desastrosos resultados en materia de empleo, el aumento de las desigualdades, y son responsables con sus políticas de la “salida a la crisis” oligárquica y antipopular.

 CC, sus sucursales en otras islas, y el PP son los firmes defensores de una pequeña oligarquía que lleva dominando nuestras islas. Islas donde se ha producido la mayor acumulación de capital de nuestro país a costa de la mayoría de la ciudadanía canaria. Que nuestro Estado de Bienestar esté en un estado lamentable y seamos pioneros en modelos de cogestión privada, semiprivatización o externalización, es fruto de la política a favor de algunos grandes empresarios de los gobiernos conservadores en Canarias. El hecho de que Baltar sea Consejero de Sanidad, hombre proveniente del lobby de la Sanidad Privada, demuestra a qué intereses representa este gobierno.

CC y PP llevan más de 20 años beneficiando a las grandes empresas en Canarias y a los más ricos con sus políticas realizadas contra los intereses de la mayoría de los canarios y las canarias. CC utiliza la dialéctica contra Madrid para unir a lo externo y el insularismo para mantener a la mayor parte de la población Canaria dividida en lo interno mientras alimenta sus redes clientelares para garantizar su hegemonía (cada día más reducida) sobre la política canaria. Los numerosos casos de corrupción que asolan a las islas son parte de este entramado construido por estos dos partidos que benefician a los grandes empresarios que reciben contratas a precio de saldo, beneficios multimillonarios a costa de las arcas públicas y luego financian sus campañas electorales. CC-PP confunden los intereses de Canarias con los intereses de estas oligarquías, es necesario confrontar esa Canarias oligárquica u oficial a la Canarias popular o real. Es la hora de la gente y no de los grandes empresarios que han expoliado nuestras islas viviendo del presupuesto público.

¿Cuánto tiempo más abusará el señor Clavijo de la paciencia de los canarios y canarias? Por una cuestión de higiene democrática debemos echarlos del gobierno . Para ello es necesario construir las mejores candidaturas de la izquierda transformadora para poder recuperar las instituciones para la gente, y cambiar las políticas antipopulares de este gobierno por una que representen y beneficien a la inmensa mayoría de la ciudadanía. Tenemos una oportunidad histórica para que Podemos impulse este proceso de cambio político y social en nuestras islas.

La división no es una opción, la unidad es una necesidad. Estemos a la altura de la Historia.

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