Ganaderías Naroy

Ganaderías Naroy

Natalia y Beatriz, hermanas gemelas y copropietarias de Ganaderías Naroy, se levantan cada día a las 5 de la mañana y emprenden el viaje desde Teror a Chira para ordeñar sus cabras y ovejas. Y luego a Degollada de Becerra, donde elaboran sus quesos.

La leche se prepara mezclándola con cuajada y fermento. Esta masa será la base del queso, que se deja reposar durante quince minutos en la perola y luego se pasa a la quesera. En ese molde se prensa de manera artesanal, con una piedra, y se deja reposar para luego dejarlo curar.

Cuenta Nati que la empresa comenzó su andadura hace tres años con la dificultades. Además de la complicación de emprender un negocio, se añadía la circunstancia de que son mujeres en un negocio principalmente masculino. Sin embargo ahora, dice, son los propios ganaderos quienes les prestan ayuda.

Se trata de un sector pequeño y no competitivo, cuenta Nati, y que, salvo excepciones, ganaderos, queseros y distribuidores colaboran para sacar adelante sus respectivos negocios. A ellas les viene de familia, primero por su abuelo, quien las llevaba a cuidar el ganado con él. Luego sus padres las educaron en la tradición de la elaboración del queso artesanal, como si fuera un juego de fines de semana.

Conservan el gusto por el trabajo que les enseñaron, aunque ya no se trate de un juego. El trabajo es mucho y duro y además hay que hacer frente a las temporadas de sequía, aumentar la ganadería, comprar pienso para los animales y herramientas de trabajo. Su objetivo: ampliar el negocio y conseguir librar algún día porque, como cuenta Nati: «Ahora me toca empalmar las fiestas con el trabajo. Después de una noche de marcha, me toca venir a ordeñar».

 

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