FU$IÓN

FU$IÓN

Lentillas caídas

Con la «hiperinformación» que sufrimos cada día, horas, minutos y segundos es difícil masticar y digerir pudiendo retener el sabor de una noticia sin engullir la siguiente. Pensamos, de alguna manera, que sustituida la noticia el hecho que la generó también desaparece. Se sustituye por otra que también será reemplazada. Este olvido, este aparcamiento de la realidad es aceptado tras ser consumido.

A veces dos banderas se unen en un fundido para joder a otras. Una unión iconográfica que macabramente exhibe su poder destructor.

La única manera de que el pueblo palestino tenga un futuro justo parte simplemente de la voluntad de los Estados Unidos de América. Su posición en la ONU como país con derecho a veto lo impide. Por lo que podemos decir que la ONU, tal como existe hoy, impide en sí misma llegar a soluciones objetivas de cualquier conflicto internacional. En otras palabras la Organización de Naciones Unidas no vale un carajo. Teatro y mucho dinero. Lo mismo te vale para “legalizar” la guerra de Irak, como que no te vale para defender a pueblos soberanos como los de Palestina o el Sahara.

Esta repugnante representación teatral llega, en ocasiones, a niveles realmente obscenos. Es el caso de la intervención de la delegada estadounidense en la ONU. La matanza en Gaza para ellos es una acción comedida del ejercito israelí. La mano más asquerosa de la administración Trump se deja ver con un cruel chulería. No solo ampara y cobija al Estado de Israel sino que lo anima e instiga a emplear la violencia.

La provocación deliberada generada por el traslado de la embajada americana a la Ciudad Santa ha obtenido resultados. Entre los más de cien muertos y miles de heridos hay mujeres y niños inocentes, muchos de ellos eran hijos de Jerusalén.

El Pueblo elegido por Dios es el mismo Pueblo elegido por Trump. Su hija IvanKa es su representante en muchos lugares. Una judía conversa al adoptar esta religión tras casarse con su marido, Jared Kushner, que posee grandes inversiones familiares en los asentamientos judíos ilegales.

El Pueblo olvidado es Palestina.

Siguiente:Mujer y bigamia