Las pensiones como una cuestión de Justicia

Las pensiones son una cuestión de Justicia, de solidaridad intergeneracional. Las generaciones en activo pagan las pensiones de los que antes estaban trabajando, a la vez que el gobierno debe de guardar recursos en la Caja de la Seguridad Social por si vienen malos tiempos para seguir garantizando el pago de las pensiones. Este modelo, que ha ido funcionando a lo largo del período democrático (aunque con algunos ajustes regresivos) se puso en cuestión con la contrarreforma de las pensiones aprobadas a instancias de la UE por parte del gobierno de Zapatero en 2011, que arrancó su aplicación ya en la larga legislatura del PP, con Rajoy como presidente.

Las medidas que han aplicado el PSOE y el PP han ido en la siguiente dirección, reducir la cuantía de las pensiones revalorizándolas poco y desindexando las pensiones del aumento del coste de la vida, aumentando la edad de jubilación y apoyando, de forma poco disimulada por parte del PP, los planes de pensiones privados.

Los planes de pensiones privados son de alto riesgo, como ha demostrado EEUU con la quiebra de numerosos fondos, y da muchos menos rendimientos que las pensiones públicas, pero permiten abrir uno de los elementos de referencia del Estado del Bienestar de postguerra a las empresas privadas, que se han lanzado a una campaña publicitaria importante. Estos planes no tienen apenas viabilidad sin el apoyo del gobierno y una campaña que diga que las pensiones públicas están en peligro y digan que no tienen viabilidad. Los argumentos utilizados son que el aumento de la esperanza de vida, junto al desempleo y a la baja natalidad, pone en peligro el sistema en su conjunto, por eso la gente tiene que trabajar más y redondear sus pensiones con capitalizaciones y planes de pensiones privados. En realidad esos problemas tienen soluciones, si hay voluntad política, ya que se puede hacer una política pro-natalidad, como hace Francia, al igual que se reviertan las contrarreformas laborales y se cree empleo de calidad que vuelvan a garantizar las pensiones dignas para nuestros jubilados y futuros jubilados.

El gobierno en realidad aplica la estrategia de la profecía autocumplida, donde ellos mismos ponen las condiciones objetivas para que el sistema falle, y luego al fallar dicen que no es viable y lo desmontan. Es el modus operandi de lo que David Harvey llama “acumulación por desposesión”, y de lo que criticaba Olof Palme sobre poner a competir a lo público con lo privado como coartada para acabar estropeando lo público para beneficiar a las empresas privadas.

Para poder entender en toda su complejidad el tema de las pensiones hay que abrir el campo de lo nacional, las medidas de los dos gobiernos (PSOE-PP), y mirar que hace la UE al respecto. La Comisión Europea decidió redactar en julio de 2010 en el libro verde de las pensiones una “recomendaciones”, que con la crisis se han convertido más bien en unas “imposiciones”, sobre las reformas de los sistemas públicos de pensiones con los votos de los socialdemócratas europeos (donde está el PSOE), los liberales de ALDE (al que pertenece Ciudadanos y PDCAT), y el Partido Popular Europeo (PP). En este libro recomienda este guión que se ha cumplido en España casi al completo:

Libro verde (julio de 2010) “Cambios en los sistemas de pensiones”[…] (1):

1) “Animar a que más gente trabaje más y durante más tiempo para obtener derechos similares a los de antes: aumento de las edades de jubilación; recompensa a quien se jubila más tarde y penalización a quien lo hace antes; paso de las prestaciones basadas en las retribuciones de los mejores años a un derecho basado en la media de las retribuciones a lo largo de la carrera laboral; cierre o restricción de las vías de salida temprana; medidas del mercado de trabajo para animar a los trabajadores de más edad a permanecer en él y permitirles hacerlo y para fomentar en él una mayor igualdad entre hombres y mujeres”.

2) “El paso de unos sistemas en gran medida únicos a otros múltiples. Este es el resultado de la tendencia presente en la mayoría de los Estados miembros, aunque no en todos, de reducir la proporción de las pensiones públicas de reparto en la prestación total, dando un papel más importante a los planes privados complementarios precapitalizados, que con frecuencia son de aportación definida”.

3) “Medidas para solventar las deficiencias de adecuación, destinadas por ejemplo a ampliar la cobertura, ayudar a adquirir derechos, facilitar a los grupos vulnerables el acceso a las pensiones y aumentar el apoyo financiero a los pensionistas más pobres”.

4) “Dimensión de género: Las mujeres suelen predominar entre quienes tienen contratos atípicos, suelen ganar menos que los hombres y suelen interrumpir su carrera para cuidar a alguien más a menudo que los hombres. En consecuencia, sus pensiones suelen ser más bajas y el riesgo de pobreza tiende a ser más elevado entre las mujeres mayores, también porque viven más. En algunos sistemas de reparto se reconocen los períodos de cuidados, pero no está tan claro en los planes de pensiones de capitalización, ya que se plantea la cuestión de cómo financiar esa solidaridad”.

Como podemos comprobar existe una relación estrecha entre el camino que marca la UE, lo que se aplica en España por parte de los gobiernos centrales y el proyecto aplicado en el Chile de Pinochet (primero en sufrir la aplicación de las “reformas estructurales” neoliberales). El PSOE ha sido cómplice de este desmonte del sistema público que impulsó en los años 80, y parece que en los documentos y discursos del PSOE de Pedro Sánchez parece que rectifica, aunque habrá que ver en la práctica si esto es así. Ciudadanos, el PDCAT, CC y el PP mantienen la misma hoja de ruta que marca la UE neoliberal.

Este hecho ha provocado numerosas movilizaciones, como las del ocho de octubre, con los sindicatos a la cabeza que realizan demandas justas (2). Desde Unidos Podemos nos hemos sumado a estas movilizaciones justas y creemos que existen alternativas a las propuestas del PP y C´S. Creemos que es necesario reformar nuestro sistema de pensiones volviendo a indexar la revalorización de las pensiones al incremento del IPC, rebajar la edad de jubilación (primero a 65 y luego gradualmente a 61), reducir la brecha salarial también en las pensiones entre hombres y mujeres. Crear nuevos impuestos solidarios para mantener el sistema, proponemos que a partir de los 61 años, todas las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social más de 35 años puedan jubilarse. Por otra parte, plantea recuperar la regulación previa respecto a las edades y requisitos de cotización para las jubilaciones anticipadas. Esto es, por causa no imputable al trabajador, se establecería en 61 años y 30 cotizados, mientras que por propia voluntad sería de 63 años y 33 cotizados. Otras propuestas para revertir el déficit de la caja de la Seguridad Social pasan por suprimir tanto las tarifas planas como las bonificaciones y las reducciones de cuotas, al entender que no fomentan la creación de empleo y para lo único que sirven es para abaratar los costes a las empresas que ya contratarían igualmente y que suponen una fuerte pérdida de ingresos totalmente injustificada a la Seguridad Social. Por otra parte, desde Unidos Podemos apostamos por potenciar la actividad de la inspección del trabajo, así como intensificar las campañas en los sectores en que, consideran, se ha detectado un mayor fraude en la contratación a tiempo parcial, como pueden ser el de la hostelería y el comercio. Esto debe de completarse con revertir las contrarreformas laborales para poder crear el empleo de calidad que necesita este país, junto a políticas pro-natalidad.

Notas a pie de página:

1. Libro verde de las pensiones (julio, 2010): http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=COM:2010:0365:FIN:ES:PDF
2. Un ejemplo, dejo la propuesta de CCOO en materia de pensiones: http://www.pensionistas.ccoo.es/9f8d87f7502a138aba44430957799571000059.pdf