letra, relatos, escribir, Fuentetaja-Las Palmas

A golpe de letra

María Elena Méndez Sanz

 

Que piensen lo que quieran, pero no pretendía ahogarme.

Tenía la intención de nadar hasta hundirme

—pero no es lo mismo

Joseph Conrad

 

No me pienso suicidar. Lo escribí cien veces en el encerado de negra pizarra de mi futuro, blanca la tiza, rosadas las últimas líneas, brotando con dolor las palabras de los pulpejos de mis dedos arañados al agotarse el cilindro de yeso en mis manos desesperadas por respirar. No debería escribir lo que me acontece. Esta dedicada observación de mí misma me acabará matando.

No me pienso enamorar. Lo repetí cien veces de forma desconsolada sobre un folio blanco en mi aterrizaje de paseos por las nubes, la pluma desgarra el papel susurrando como la voz sosegadora de un amante, el cartucho amoroso se agota en su compasión y las copias finales encarnadas se graban mientras la punta de la estilográfica picotea la palma abierta de mi mano izquierda. No debería escribir sobre lo que siento, esto me acabará haciendo perder el juicio.

No me conviene recordar, vuelta a empezar las cien veces ya conocidas del lápiz sobre la servilleta desechable de esta cafetería gris, solitaria y rencorosa como mi pasado volcado en mi hoy, aquí y ahora se agota también el espacio de escritura y el grafito continúa en tatuaje grosero sobre mis muslos, puntazos negros y bermellón. No debería escribir sobre los recuerdos. Este entretejer mi vida con tantos pasados hará de mí una desahuciada.

No voy a poder sobrevivir. Lo adiviné hace mucho tiempo, pero anduve escondiéndome hasta que hoy me topé en la buhardilla silenciosa con la máquina de escribir de mi adolescencia. Encajé como una autómata mi hastiado pensamiento en el rodillo, pulsé tecla mayúscula, empujé una y otra vez la palanca de retorno de carro y, agujereando mi frente con letras carmesíes y negras, tecleé:

Fuentetaja-Las Palmas

María Elena Méndez Sanz, nacida en Pamplona, Navarra, hace 48 años. Licenciada en Medicina y Cirugía con 25 años de ejercicio en distintos ámbitos sanitarios, acompañada siempre —de día, de noche y de guardia— de uno o varios libros; desde niña narrando historias en ensoñaciones reales e imaginadas, vive en la actualidad en Las Palmas de Gran Canaria y asiste como descubrimiento desde hace dos años a los talleres de escritura creativa dirigidos por Carlos Ortega Vilas, con gran beneficio personal y rentabilidad emocional en esta dedicación a los relatos.

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