Túmulo de El Agujero, Gáldar

La cerámica es una de las manifestaciones artesanales e industriales más características del ser humano. Su elaboración conlleva procedimientos técnicos complejos que para el caso de la artesanal, la que nos ocupa, implica la existencia de personas especializadas en este tipo de manufacturas.

Inventario: 319

Objeto: Jarra

Clasificación genérica: Cerámica

Materia: Arcilla. Almagre.

Técnica: Modelado por rollos. Alisado tosco. Pintado. Bruñido.

Dimensiones: Alto, 22,00 cm; diámetro máx., 19,03 cm

Contexto cultural: Prehistoria de Gran Canaria

Descripción: Forma compuesta con aplicaciones de dos asas en vertical con pitorros. Presenta como técnicas de acabado y decorativas: alisado tosco para el interior y bruñido para el exterior. Destaca la pintura roja que cubre casi toda la superficie exterior de la pieza y el labio, y que deja en reserva las asas, líneas verticales, círculos y triángulos que son rellenados con pintura grasa de color negro que se fija de manera irregular a la superficie. Ésta se emplea también para realizar pequeñas líneas paralelas que bordean la boca y los triángulos invertidos superiores que acogen triángulos en su interior.

Uso/función: Su contexto, un enterramiento, implica que se trate de un recipiente funerario de función imprecisa en el que destaca la tosquedad del acabado de la superficie interior frente a la calidad de la exterior.

No obstante, determinados indicadores permiten acotar su función: su tamaño de tipo mediano y su capacidad de volumen de 2,95 litros facilitan la tarea del transporte; su labio exvasado proporciona velocidad en el vertido de líquido; la disposición y desarrollo de sus largas asas favorecen la manipulación; y su cuello cerrado obstaculiza el acceso al interior revelando que su fin es el de contener. La suma de estos valores formales sugiere que este recipiente cerámico estaba destinado a transportar y/o contener productos alimenticios, especialmente líquidos.

Por otra parte, la dificultad pictórica de sus paredes y la complejidad de los motivos decorativos conllevan, respectivamente, una destreza artística y una considerable inversión de tiempo que solo encuentran explicación en una autoría especializada.

Además, este contenedor fue hallado formando parte de un enterramiento, particularidad que, sumada a sus dificultades técnicas, le confiere un significado más allá del mero contenedor y lo asocia con prácticas rituales funerarias, toda vez que dota de interrogantes a la persona a la que acompaña dada la escasa representación cerámica en los enterramientos prehispánicos grancanarios.

Procedencia: Túmulo de El Agujero, T. M. de Gáldar, Gran Canaria.

Contexto: Necrópolis de túmulos asociada a casas de piedras. El primer túmulo hallado, en marzo de 1934, recibió el nombre de El Agujero. Su descubrimiento fue debido a las labores de construcción de un depósito de petróleo y desapareció de manera inmediata a su hallazgo, tras la extracción de los restos y documentación del túmulo.

La necrópolis actual, denominada El Agujero-La Guancha, está compuesta por seis túmulos de morfología circular cuyas fechas abarcan desde el siglo XI hasta el XV d.C. El túmulo desaparecido era de morfología similar.

Hallazgo: Esta pieza fue hallada en el citado túmulo circular de El Agujero, en el que también se descubrieron otros dos recipientes similares. El túmulo estaba compuesto por una cista central y cinco fosas. De la cista central tan sólo se recuperaron “restos muy descompuestos” y de las fosas cinco esqueletos, según se desprende de los periódicos de la época y de la documentación original. El contenedor cerámico que nos ocupa fue el primer objeto hallado y el que dio lugar al descubrimiento del túmulo. Fue inventariado como vasija nº 1 y apareció junto a la cabeza de uno de los individuos. La vasija nº 2 se exhumó debajo del cráneo de otro cuerpo, y la vasija nº 3 en una posición análoga a la del primer individuo, junto a la cabeza. Poco más se sabe sobre las circunstancias de los hallazgos salvo lo siguiente: que la vasija nº 1 presentaba “huellas de haber contenido líquido” y que al ser desenterrada “presentaba sobre los dibujos el sobrante de colorante empleado en estado pulverulento de tal modo que teñía los dedos”; que la vasija nº 2 contenía “hasta su mitad conchas de patellas vulgaris” (lapas); y que en la vasija nº 3 “también se notó la presencia del colorante sobrante sobre los motivos decorativos”. En la actualidad, no conservan las huellas interiores del líquido ni las lapas y tampoco tiñen, por lo que se deduce que debieron de ser lavadas tras su descubrimiento.

Estos objetos cerámicos constituyen uno de los pocos ejemplares documentados como ajuares funerarios. Sólo se tiene constancia de otra pieza, baja y de tipo carenado, hallada en el túmulo nº 1 de la necrópolis El Agujero-La Guancha, también denominado La Guancha, y de otros dos recipientes, hoy desaparecidos, que fueron encontrados en un túmulo, también destruido, en La Restinga, en Telde.

Forma de ingreso: Depósito

Fuente de ingreso: David J. Leacock, propietario de la finca donde se descubrió el túmulo. Fue nombrado Socio Protector del Museo tras la entrega de dichos restos.

Fecha de ingreso: Marzo de 1934

Autora de la ficha: Mª Carmen Cruz (Conservadora de El Museo Canario)

Según la prensa de la época:

“Se reduce el interesante monumento a un único y grande túmulo, de forma perfectamente circular, cuyo radio es de siete metros. Está formado por un amontonamiento de tierra fina de aluvión […] La altura de este montículo, que comienza elevándose por su periferia con una cota de veinte centímetros sobre el nivel del terreno, va aumentando escalonadamente a medida que se acerca al centro, formando amplias coronas circulares concéntricas con anchos variables […] hasta aproximarse al radio 3.20 m en que cesan los escalonamientos para formar una meseta central. […] Las diferencias de nivel entre los peldaños es de treinta centímetros y, tantos estos como la planicie central, están pavimentados con gruesos cantos rodados basálticos”.

Juan del Río Ayala. “Notas de rapport: un interesante monumento guanche descubierto recientemente en Gáldar”. Hoy (Las Palmas de Gran Canaria, 8 de marzo de 1934), p. 8.

 Bibliografía:

NARANJO SUÁREZ, José. [El Agujero y La Guancha (Gáldar): registros de la intervención arqueológica realizada por José Naranjo Suárez]. 1934. Inédito.

NAVARRO MEDEROS, Juan Francisco. “Los poblados prehispánicos de La Restinga y Los Barros (Telde, Gran Canaria): algunos problemas de interpretación”. En: Serta gratulatoria in honorem Juan Régulo, t. IV. La Laguna: Universidad de La Laguna, 1990, pp. 211-232.

PADILLA MONTOYA, Carmen [et al.] Diccionario de materiales cerámicos. Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, 2002. En línea. Disponible en: http://www.mecd.gob.es/cultura-mecd/areas-cultura/museos/mc/tesauros/presentacion.html. [Consulta: 26 de marzo de 2017].

PÉREZ GARCÍA, Francisco. “Más datos sobre el hallazgo de Canarios en Gáldar”. Hoy (Las Palmas de Gran Canaria, 23 de marzo de 1934), p.8.

RÍO AYALA, Juan del. “Notas de rapport: un interesante monumento guanche descubierto recientemente en Gáldar”. Hoy (Las Palmas de Gran Canaria, 8 de marzo de 1934), p. 8.

SANTANA CABRERA, Jonathan. El trabajo fosilizado: patrón cotidiano de actividad física y organización social del trabajo en la Gran Canaria prehispánica. Tesis doctoral. Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2011. En línea. Disponible en: http://acceda.ulpgc.es/handle/10553/7138. [Consulta: 26 de marzo de 2017].

SOPENA VICIÉN, Mª Cruz. “La investigación arqueológica a partir del dibujo informatizado de cerámica”. Saldvie: estudios de prehistoria y arqueología, nº 6 (2006). En línea. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2555117. [Consulta: 26 de marzo de 2017].