¿Patrimonio Arqueológico y turismo? Parte I

El día 27 de septiembre se celebra el Día Internacional del Turismo. ¿Alguien lo celebró en su última edición? Creemos que poquita gente. ¿Alguien se paró a pensar qué significaba? Menos todavía. ¿Y desde el mundo del Patrimonio Arqueológico? Pues va a ser que no. ¿Y esto por qué? Pues muy sencillo: las administraciones públicas por un lado y los gestores de ese Patrimonio Arqueológico por otro, no quieren, no saben o no pueden incorporar este Patrimonio al mercado turístico. Así de brutal ¿A que duele? ¡Ahora toca justificarlo! Y con datos…

¿Más es mejor?

En el año 2016 Gran Canaria vio como aumentaba el número de turistas que llegaron a la isla en algo más de 3.700.000 ¡Y eso está bien! En teoría, eso significa más trabajo y que la riqueza llegue a más personas y lugares. Pues parece que no. Aunque este no es el tema de este artículo, queremos dejarlo apuntado. Es una realidad que afecta de igual forma a la gestión del Patrimonio Arqueológico y a su papel dentro del mercado turístico.

Pues bueno, de esos 3.700.000 visitantes ¿cuántos visitan nuestros museos, en concreto los museos y centros de interpretación vinculados a la Arqueología? Contabilizando los diferentes centros existentes: La Cueva Pintada de Gáldar; Centro de Interpretación del Maipez, en Agaete;  Cenobio de Valerón, en Santa María de Guía; Cañada de los Gatos, en Mogán; Arteara, en San Bartolomé de Tirajana; Bentayga, en Tejeda; Las Palmas de Gran Canaria; La Fortaleza, en Santa Lucía de Tirajana.  Incluyendo la población residente en Gran Canaria, apenas se llega a un 4% de esos 3.700.000 guiris y chonis que nos visitan actualmente. ¿Piensas qué está bien?, ¿qué es mucho? Pues no.

¿Cuáles son los problemas y dificultades que encuentran los recursos arqueológicos para su conversión en un producto turístico? ¿Un culpable? No, ninguno. Sólo la forma en que enfocamos la gestión.

Datos para entender al guiri

¿Qué busca el turista que nos visita? Pues lo de siempre y que no suele fallar: sol y buen clima. Básicamente, vienen a descongelarse. En el centro y norte de Europa se pasa muy malamente en invierno. Así que vienen a Gran Canaria a tirarse en la arena imitando a nuestros lagartos cluecos ¿Pero buscarán algo más? Sí, claro. Según las estadísticas del Patronato de Turismo de Gran Canaria, nuestros visitantes buscan conocer paisajes y lugares nuevos. Así consta de forma continuada en las encuestas que se les ha hecho en los últimos cinco años. Solo en 2011 la valoración de esa oferta por parte de los turistas fue positiva. ¿Y en adelante qué pasó?

Entonces, tenemos que al menos hay un interés por nuestra geografía. Las estadísticas publicadas por el Gobierno de Canarias así también lo avalan. Si sumamos los diferentes intereses de los visitantes, entre los que podrían incluirse los distintos yacimientos y centros arqueológicos, tendríamos, al menos, que los interesados por el turismo activo suponen un 3,6% del total, los que desean visitar nuevos lugares representan un 12,7%, y los que se decantan por la oferta cultural, un 2,1%. Lo que hace un total de un 18.4% de los turistas que llegan a la isla, y a los que se los supone potencialmente interesados en visitar nuestros yacimientos. Es decir, y haciendo las cuentas de la vieja, nuestros yacimientos arqueológicos serían visitados por unas 400.000 personas al año. Ante esto, uno sólo puede reírse cuando conocemos la realidad: ¡No habría yacimiento para tanta gente!

¿Más datos de interés?

Creemos que sí: su edad. A nadie que se haya fijado en nuestros visitantes y turistas internacionales se le escapa que son algo más que maduritos. Y si nos fijamos en los cruceristas ya entramos en otra escala. De hecho, más del 50% de los visitantes que llegan a la isla tiene más de 46 años, aunque hay algunas variaciones dependiendo de la nacionalidad. Y si bien es verdad que muchos están más cerca del Valhalla que de sus años mozos, quién no ha escuchado la frase: «¡Los guiris llegan a todas partes!» Y damos fe de ello. Sin embargo, una parte de ellos tiene cierta movilidad reducida y eso supone un handicap real. ¡Yacimientos cómo La Fortaleza (aunque en breve se mejorará) o el Bentayga pueden ser la perdición de más de una cadera nórdica!

Un poco más del 60% de los visitantes viene ya con su paquete turístico cerrado: viaje, alojamiento, comidas, etc. Quedando en la isla sólo un tercio del gasto realizado por ellos. El resto se quda en el país de origen.  Subiendo, además, a casi un 28% los paquetes de todo incluido ¡Venir a Gran Canaria para no salir de la piscina! ¡Qué penita!

¿Y si ponemos un campo de golf en cada yacimiento?

Los turistas buscan productos turísticos, no destinos. ¿La gente va a Grecia por visitar ese país o porque quiere vivir la experiencia de visitar y conocer el Partenón? Sabemos que eso es muy difícil de lograr para Gran Canaria, pero tampoco hace falta. Nos conformaríamos con que el Patrimonio Histórico y Arqueológico fuera una oferta complementaria real al turista que nos visita.

Para ello, la administración debe creer en esta idea, apoyándola y buscando estrategias de mercantilización de dichos servicios. Creo que si nos equipararan a los campos de golf, tendríamos de sobra. Solo hay que visitar las web del Patronato de Turismo de Gran Canaria o de la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias para ver cómo se destaca esta actividad. Deberíamos creer, entonces, que al turista que viene le interesa jugar al golf y tener los servicios adicionales que estos campos suelen prestar. Según sus propias estadísticas, aproximadamente un 0,5% de los visitantes están interesados en este deporte, siendo además el que se lleva las peores críticas en las encuestas realizadas tras las visitas.

Conclusión: ¿Qué estamos haciendo mal?